El lunes en Gran Bretaña, el martes en Estados Unidos y el resto del mundo, fue el lanzamiento oficial del nuevo opus de Paul McCartney, NEW. Ya se conocen las distintas ediciones y versiones que trascendieron en la Web. Pero a partir de ahora ya están disponibles en el mercado las ediciones oficiales.
Sir Paul, con 71 años, NEW. |
Hemos escuchado y re escuchado este nuevo disco y no hemos parado de obtener impresiones nuevas tras cada audición. Es un disco, en primer lugar de una producción muy compleja y a cargo de cuatro productores jóvenes, lo que conecta con el título y con las tendencias actuales. McCartney manifestó haber pretendido escapar a los condicionamientos de sus etapas anteriores y generar algo nuevo. A eso contribuyó, según Paul aseveró, su nuevo matrimonio con Nancy Shevell. Según él, se tienen nuevas canciones cuando se está con una nueva chica. Y es algo así, ya que se presentan 12 temas inéditos de McCartney en la edición standard, más dos temas nuevos en la edición deluxe, que se convierten en tres ya que tras el último, aparece una hidden track, que en la edición deluxe japonesa aparece también listado como tema nº 15. De lo cual resulta que McCartney nos entrega 15 flamantes temas producidos por músicos jóvenes en su más reciente etapa, bajo el apelativo de la novedad.
NEW, después de ser oído cuidadosamente, es nuevo y no lo es. Y en ello estriba mucho del interés que despierta explorar cada una de las pistas. ¿Dónde empieza y termina la novedad? ¿Dónde está el McCartney de siempre y dónde se interna en terrenos anteriormente menos transitados por él? ¿Dónde surge la huella Beatle o Wings y dónde deja una huella McCartney 2013? ¿Dónde están los sonidos que nutren su creatividad de siempre y dónde descubre y aporta otras sonoridades a su obra? ¿Dónde brotan las reminiscencias de su intensa vida y dónde dominan las nuevas experiencias?
Se podrían hacer muchísimas preguntas más, pero siempre llegaríamos al punto de que McCartney a esta altura hace lo que realmente quiere sin tener que rendir explicaciones a nadie. Si bien se debe a su público y es uno de los artistas que más respeto profesa por el público, lo que aporta lo hace desde su honestidad creativa, como diciendo: "Esto es lo que soy capaz de hacer, no me pidan otra cosa". ¿Por qué? Porque si por los fans fuera, debería seguir componiendo Yesterday una y otra vez [o cualquier otro título que se nos ocurra de su vasta discografía]. Y precisamente porque son obras maestras, no sería buena idea repetirse una y otra vez en una fórmula de éxito y calidad que, sin embargo, como producto de la reiteración se iría erosionando a sí misma. A cambio de esto, McCartney juega y arriesga. Y alguna vez le resultó fallida la apuesta, pero en otras, tuvo grandes aciertos. Lo que es innegable es que siempre apostó a algo más y no a más de lo mismo.
McCartney apunta con su potente arma musical y dispara un mundo sonoro nuevo y añejo, cargado de nuevas experiencias y antiguas reminiscencias. |
Por eso es una excelente idea la de nuestro músico [nuestro porque es universal] la de jugar sus cartas en base a la novedad. Canciones nuevas con productores nuevos, experiencias nuevas y un magnífico artwork que conecta definitivamente con la contemporaneidad. Es bueno tener la alusión a Flavin en la tapa, como lo fue tener a Peter Blake o a Richard Hamilton hace 45 años, en tapas también inmortales.
Portada de la Edición Standard |
Ya he leído algunas críticas bastante acerbas sobre el disco. No las comparto, creo que repiten algunos formulismos críticos que ya se han empleado contra McCartney antes. Creo que hay elementos sobre los que no se ha reparado. Cuando se señala que lo nuevo de este disco no es tan nuevo, se está parcialmente en lo cierto. El hecho es que McCartney es siempre McCartney y no puede negarlo ni forzar otra cosa. Pero entre las cosas que siempre ha sido McCartney, es el ser vanguardista. Entonces, su interés por lo nuevo lo lleva a la incorporación de eso nuevo a lo precedente. En su momento, Sgt. Pepper fue hijo de la actitud vanguardista de los '60 que Paul encarnó mejor que ningún otro Beatle en aquel momento. Es por ello que lo nuevo a lo que alude este reciente disco no es lo superficial y obviamente nuevo, sino la búsqueda de lo nuevo.
Podrá, desde luego, considerarse si está mejor o peor logrado, pero lo que es innegable es que la actitud vanguadista de McCartney es una forma muy civilizada y creativa de inconformismo.
En consecuencia, es la audición atenta, sensible y emocional la que nos dará la pauta de donde está cada cosa en este álbum. El conjunto, en sí, no es una obra maestra. Es probable que no llegue a ser tan icónico como el primer disco solista de McCartney. Pero contiene algunas pequeñas joyas que se podrán aquilatar a poco comiencen a girar los discos o a sonar los temas en los conciertos o, simplemente, a repicar porfiadamente en la cabeza de cada uno.
No es un detalle menor el de la producción realizada por jóvenes. Para este trabajo, McCartney contó con Paul Epworth, productor muy en boga, actualmente vinculado al éxito de Adele, con Mark Ronson, disc jockey y productor que trabajó con la exitosa y desaparecida Amy Winehouse, con Ethan Johns, productor, músico y multiinstrumentista, vinculado a Kings Of Leon, Tom Jones, Joe Cocker y más, hijo del legendario productor Glyn Johns y con Giles Martin, productor, compositor y multiinstrumentista vinculado desde la cuna con The Beatles [al ser hijo de George Martin] y que produjo, entre muchas otras cosas, varios proyectos vinculados con The Beatles [In My Life, de su padre sobre covers de The Beatles; participó en la producción de The Beatles Anthology; coprodujo Love, la banda de canciones, con remezclas de los temas beatle, para el espectáculo del Cirque du Soleil y produjo George Harrison: Living In The Material World, apenas hace dos años]
En cuanto a los temas, digamos que hay una tendencia bastante marcada, por un lado hacia formas de Rock con pizcas de Pop, con alguna incursión psicodélica y experimentalismo y por otro una cierta influencia country que, no obstante, queda muy britanizada en las manos de McCartney.
Asimismo, hay algunos temas que plantean imágenes retrospectivas muy personales y sentidas, pero que recrean, a la vez, un tiempo, un lugar y una cultura que son aprehensibles por quien escucha el disco. Y hay también alusiones a personas de esos tiempos, lugares y cultura, a modo de remebranza y homenaje.
El disco comienza con el tema Save Us, composición enérgica, muy adecuada apertura de un disco. Un tema sin muchas complicaciones, pero con un sonido en varias capas, denso y potente. Bien logrado.
Continúa Alligator, un tema con muchops arreglos instrumentales y unas líneas de bajo muy interesantes, con una melodía básica bastante sencilla, pero con otras líneas melódicas no tradicionales. Un sonido que parecería inicialmente convencional que se hace más complejo.
El tercer tema es On My Way To Work, a nuestro juicio un tema de evocación muy logrado y uno de los puntos resaltantes del disco. En este tema la base es McCartney cantando con su guitarra, a lo que se van adhiriendo los demás instrumentos y voces. Describe lugares y personas con historias que recuerda desde el deck de un autobus en sus tiempos jóvenes. El puente del tema posee un fraseo potente e interesante que contrasta con el tono básicamente nostálgico del tema.
Le sigue Queenie Eye, un tema básicamente rockero que, sin embargo tiene alguna licencia hacia lo pop en su estribillo. El título refiere a un popular juego infantil de esconder la pelota y el estribillo reproduce casi textualmente lo que se canta en el juego. Aparecen aquí, por consiguiente, las reminiscencias mezcladas, sin embargo, con un sonido de actualidad.
Early Days es, a nuestro juicio, el gran tema de este disco. Una composición monumental de base country y folk, con aires de Dylan y Cash y con un semblanza implícita de Lennon y un tributo a su amistad en aquellos early days, a través de los que declara vivir. Un tema confesional a la vez que extremadamente emocional. Un maravilloso sonido de guitarras acústicas, de una simpleza rayana en un sonido puro destilado, esencial. Aquí la voz de McCartney es un instrumento más y el vehículo principal de lo emotivo. Redondo por donde se lo mire.
El tema que da nombre al álbum, New, es el que le sigue y refuerza uno de los momentos más altos del álbum al estar a continuación del gran tema anterior. La reminiscencia, a pesar del título, está básicamente en la idea musical: hay múltiples evocaciones que se desprenden de la estructura del tema y de su melodía y su tempo. Allí podemos percibir una pizca de Penny Lane, evocar algo de Got To Get You Into My Life, un chispazo de For No One y más, a medida que volvemos a oir el tema. Otro punto muy alto y no en vano el single promocional del álbum.
Sigue luego Appreciate, una composición que sale de lugares más oscuros y que remonta, a modo de implícito homenaje a Lennon, a Tomorrow Never Knows. A pesar de que la base rítmica resulta mucho más tecno, por así decirlo, el sonido en conjunto es una incursión psicodélica que incluye sonoridades que exploran más allá de la melodía y la armonía propia de un álbum de canciones. Al fondo se escuchan loops propios de aquellos años experimentales de Revolver en adelante. También una poderosa batería y algunos sonidos semejantes al famoso mellotron que The Beatles supieran también experimentar. Un muy buen punto para su productor, Giles Martin.
Everybody Out There es un tema que se vuelca mucho más hacia el espectador, ese que está ahí afuera, con una rítmica que vuelve hacia caminos más familiares, con una influencia pop mayor, aunque no exenta de una base rockera soft. Un tema para momentos de escenario, para actuaciones en vivo, para interacción con el público. Prolijo, bien hecho, con una reminiscencia Wings bastante clara, aunque no una obra maestra. Merece un destaque la voz más heavy de McCartney al finalizar el tema [como la de Helter Skelter, por ejemplo].
Hosanna navega por aguas experimentales en los arreglos y por aguas más convencionales en lo melódico. Un clima más intimista y quizás confesional. Algunos fraseos de los arreglos evocan también aires psicodélicos, así como la atmósfera sonora que crean. Igualmente, el tema deja la sensación de que algo falta.
Vuelve la energía con un potente tema rockero, I Can Bet, que recupera momentos de Wings. Otro tema que tiene destino de escenario para públicos multitudinarios. Algunos de los arreglos suenan mucho a la última etapa Beatle y otros son bien contemporáneos con sonidos más sintetizados.
Otro salto al intimismo con Looking At Her, donde la voz de McCartney, casi al borde del quiebre habla acerca de ella, presuntamente Nancy, a la que elogia y por la que dice estar perdiendo la cabeza. Una gran sensación para sus 71 años que parecen desvanecerse en este álbum. El tema tiene arreglos bien heterogéneos que van de la acústica más pura a la más neta tecnoclogía de la electrónica. Interesante, pero hay que escucharlo muchas veces.
Road inicia una atmósfera sonora muy profunda, casi como cinematografía de sonidos. Posee unos quiebres rítmicos muy interesantes y en conjunto evoca alguna zona del Rock Progresivo. Un tema también interesante que parece un camino, como el del título, de encrucijada de influencias, estilos y recursos sonoros. Es asimismo, el tema más largo del disco, lo que muestra que necesita de tiempo para poder hacer todo el desarrollo de la idea musical, como en el Prog.
Hasta aquí los temas de la edición Standard. Los demás son bonus de la edición deluxe.
Lo que sigue es un tema básicamente rockero, con chispas de pop, un dinámico planteo con título Turned Out, que posee un riff que bien podría atribuirse a los más conocidos temas de los Stones. Pero es McCartney y se reconoce porque a pesar de la dureza del riff, el conjunto melódico tiene otra impronta.
El que sería el último tema del disco, Get Me Out Of Here, recoje la influencia múltiple de bluseros y músicos de country, en un tema donde también pueden percibirse ecos de temas como Rainy Day Woman, de Dylan o Give Peace A Chance, de Lennon. Un sonido bastante sureño, algún toquecito de stomp, un tema muy atmosférico.
Finalmente, ya como hidden track o como pista Nº 15, el tema de cierre, que aparece tanto titulado como Struggle o Scared, es un suave tema de amor, con el protagonismo de la voz y el piano, y un tenue fondo de bajo y cuerdas que dan un final apaciguado al conjunto de temas del álbum.
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CORRECCIÓN DEL 20/10/2013:
El tema Struggle, que aparece como tema 15 en la edición japonesa, es otro diferente a Scared. Por consiguiente, algunas de las versiones que aparecen en la Web como edición japonesa, en realidad no son tal. Hasta el momento, solamente pudimos encontrar el tema Struggle en YouTube, y la única forma, hasta el momento de bajarlo es copiar la URL del video y descargar a través de JDownloader el archivo con terminación tmp que el propio JDownloader convierte en mp3 al descargarlo.
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El total de temas parece ser bastante heterogéneo, como el propio McCartney admitió, pero se ratificó en su decisión de dejarlos al mirar hacia atrás y ver que también en The Beatles lo habían hecho. En esa característica radican tanto las virtudes como las flaquezas del álbum. La virtud de no ser un programa sin variedad, de no abrumar al oyente con cerca de una hora de lo mismo. La flaqueza de que la propia variedad genera los desniveles que puede tener el álbum, ya que no todos los temas están resueltos al mismo nivel. Pero preferimos quedarnos con las virtudes que se resaltan en los puntos altos del disco, con un buen número de excelentes canciones y otro nutrido número de muy buenos temas, sin que haya ninguna de las pistas que no tenga, al menos, algunos elementos de interés.
ABBEY ROAD DICE:
4.5 / 5 YELLOW SUBMARINES
Saludos a los amigos de ABBEY ROAD. Nos reencontramos pronto.
En consecuencia, es la audición atenta, sensible y emocional la que nos dará la pauta de donde está cada cosa en este álbum. El conjunto, en sí, no es una obra maestra. Es probable que no llegue a ser tan icónico como el primer disco solista de McCartney. Pero contiene algunas pequeñas joyas que se podrán aquilatar a poco comiencen a girar los discos o a sonar los temas en los conciertos o, simplemente, a repicar porfiadamente en la cabeza de cada uno.
No es un detalle menor el de la producción realizada por jóvenes. Para este trabajo, McCartney contó con Paul Epworth, productor muy en boga, actualmente vinculado al éxito de Adele, con Mark Ronson, disc jockey y productor que trabajó con la exitosa y desaparecida Amy Winehouse, con Ethan Johns, productor, músico y multiinstrumentista, vinculado a Kings Of Leon, Tom Jones, Joe Cocker y más, hijo del legendario productor Glyn Johns y con Giles Martin, productor, compositor y multiinstrumentista vinculado desde la cuna con The Beatles [al ser hijo de George Martin] y que produjo, entre muchas otras cosas, varios proyectos vinculados con The Beatles [In My Life, de su padre sobre covers de The Beatles; participó en la producción de The Beatles Anthology; coprodujo Love, la banda de canciones, con remezclas de los temas beatle, para el espectáculo del Cirque du Soleil y produjo George Harrison: Living In The Material World, apenas hace dos años]
Paul Epworth [1974, 39 años] produjo los temas Save Us, Queenie Eye y Road. |
Mark Ronson [1975, 38 años] produjo Alligator y New [primera producción]. |
Ethan Johns [1969, 44 años] produjo Early Days [primera producción], Hosanna y Turned Out [primera producción]. |
En cuanto a los temas, digamos que hay una tendencia bastante marcada, por un lado hacia formas de Rock con pizcas de Pop, con alguna incursión psicodélica y experimentalismo y por otro una cierta influencia country que, no obstante, queda muy britanizada en las manos de McCartney.
Asimismo, hay algunos temas que plantean imágenes retrospectivas muy personales y sentidas, pero que recrean, a la vez, un tiempo, un lugar y una cultura que son aprehensibles por quien escucha el disco. Y hay también alusiones a personas de esos tiempos, lugares y cultura, a modo de remebranza y homenaje.
El disco comienza con el tema Save Us, composición enérgica, muy adecuada apertura de un disco. Un tema sin muchas complicaciones, pero con un sonido en varias capas, denso y potente. Bien logrado.
Continúa Alligator, un tema con muchops arreglos instrumentales y unas líneas de bajo muy interesantes, con una melodía básica bastante sencilla, pero con otras líneas melódicas no tradicionales. Un sonido que parecería inicialmente convencional que se hace más complejo.
El tercer tema es On My Way To Work, a nuestro juicio un tema de evocación muy logrado y uno de los puntos resaltantes del disco. En este tema la base es McCartney cantando con su guitarra, a lo que se van adhiriendo los demás instrumentos y voces. Describe lugares y personas con historias que recuerda desde el deck de un autobus en sus tiempos jóvenes. El puente del tema posee un fraseo potente e interesante que contrasta con el tono básicamente nostálgico del tema.
Le sigue Queenie Eye, un tema básicamente rockero que, sin embargo tiene alguna licencia hacia lo pop en su estribillo. El título refiere a un popular juego infantil de esconder la pelota y el estribillo reproduce casi textualmente lo que se canta en el juego. Aparecen aquí, por consiguiente, las reminiscencias mezcladas, sin embargo, con un sonido de actualidad.
Early Days es, a nuestro juicio, el gran tema de este disco. Una composición monumental de base country y folk, con aires de Dylan y Cash y con un semblanza implícita de Lennon y un tributo a su amistad en aquellos early days, a través de los que declara vivir. Un tema confesional a la vez que extremadamente emocional. Un maravilloso sonido de guitarras acústicas, de una simpleza rayana en un sonido puro destilado, esencial. Aquí la voz de McCartney es un instrumento más y el vehículo principal de lo emotivo. Redondo por donde se lo mire.
El tema que da nombre al álbum, New, es el que le sigue y refuerza uno de los momentos más altos del álbum al estar a continuación del gran tema anterior. La reminiscencia, a pesar del título, está básicamente en la idea musical: hay múltiples evocaciones que se desprenden de la estructura del tema y de su melodía y su tempo. Allí podemos percibir una pizca de Penny Lane, evocar algo de Got To Get You Into My Life, un chispazo de For No One y más, a medida que volvemos a oir el tema. Otro punto muy alto y no en vano el single promocional del álbum.
Sigue luego Appreciate, una composición que sale de lugares más oscuros y que remonta, a modo de implícito homenaje a Lennon, a Tomorrow Never Knows. A pesar de que la base rítmica resulta mucho más tecno, por así decirlo, el sonido en conjunto es una incursión psicodélica que incluye sonoridades que exploran más allá de la melodía y la armonía propia de un álbum de canciones. Al fondo se escuchan loops propios de aquellos años experimentales de Revolver en adelante. También una poderosa batería y algunos sonidos semejantes al famoso mellotron que The Beatles supieran también experimentar. Un muy buen punto para su productor, Giles Martin.
Everybody Out There es un tema que se vuelca mucho más hacia el espectador, ese que está ahí afuera, con una rítmica que vuelve hacia caminos más familiares, con una influencia pop mayor, aunque no exenta de una base rockera soft. Un tema para momentos de escenario, para actuaciones en vivo, para interacción con el público. Prolijo, bien hecho, con una reminiscencia Wings bastante clara, aunque no una obra maestra. Merece un destaque la voz más heavy de McCartney al finalizar el tema [como la de Helter Skelter, por ejemplo].
Hosanna navega por aguas experimentales en los arreglos y por aguas más convencionales en lo melódico. Un clima más intimista y quizás confesional. Algunos fraseos de los arreglos evocan también aires psicodélicos, así como la atmósfera sonora que crean. Igualmente, el tema deja la sensación de que algo falta.
Vuelve la energía con un potente tema rockero, I Can Bet, que recupera momentos de Wings. Otro tema que tiene destino de escenario para públicos multitudinarios. Algunos de los arreglos suenan mucho a la última etapa Beatle y otros son bien contemporáneos con sonidos más sintetizados.
Otro salto al intimismo con Looking At Her, donde la voz de McCartney, casi al borde del quiebre habla acerca de ella, presuntamente Nancy, a la que elogia y por la que dice estar perdiendo la cabeza. Una gran sensación para sus 71 años que parecen desvanecerse en este álbum. El tema tiene arreglos bien heterogéneos que van de la acústica más pura a la más neta tecnoclogía de la electrónica. Interesante, pero hay que escucharlo muchas veces.
Road inicia una atmósfera sonora muy profunda, casi como cinematografía de sonidos. Posee unos quiebres rítmicos muy interesantes y en conjunto evoca alguna zona del Rock Progresivo. Un tema también interesante que parece un camino, como el del título, de encrucijada de influencias, estilos y recursos sonoros. Es asimismo, el tema más largo del disco, lo que muestra que necesita de tiempo para poder hacer todo el desarrollo de la idea musical, como en el Prog.
Hasta aquí los temas de la edición Standard. Los demás son bonus de la edición deluxe.
Lo que sigue es un tema básicamente rockero, con chispas de pop, un dinámico planteo con título Turned Out, que posee un riff que bien podría atribuirse a los más conocidos temas de los Stones. Pero es McCartney y se reconoce porque a pesar de la dureza del riff, el conjunto melódico tiene otra impronta.
El que sería el último tema del disco, Get Me Out Of Here, recoje la influencia múltiple de bluseros y músicos de country, en un tema donde también pueden percibirse ecos de temas como Rainy Day Woman, de Dylan o Give Peace A Chance, de Lennon. Un sonido bastante sureño, algún toquecito de stomp, un tema muy atmosférico.
Finalmente, ya como hidden track o como pista Nº 15, el tema de cierre, que aparece tanto titulado como Struggle o Scared, es un suave tema de amor, con el protagonismo de la voz y el piano, y un tenue fondo de bajo y cuerdas que dan un final apaciguado al conjunto de temas del álbum.
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CORRECCIÓN DEL 20/10/2013:
El tema Struggle, que aparece como tema 15 en la edición japonesa, es otro diferente a Scared. Por consiguiente, algunas de las versiones que aparecen en la Web como edición japonesa, en realidad no son tal. Hasta el momento, solamente pudimos encontrar el tema Struggle en YouTube, y la única forma, hasta el momento de bajarlo es copiar la URL del video y descargar a través de JDownloader el archivo con terminación tmp que el propio JDownloader convierte en mp3 al descargarlo.
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El total de temas parece ser bastante heterogéneo, como el propio McCartney admitió, pero se ratificó en su decisión de dejarlos al mirar hacia atrás y ver que también en The Beatles lo habían hecho. En esa característica radican tanto las virtudes como las flaquezas del álbum. La virtud de no ser un programa sin variedad, de no abrumar al oyente con cerca de una hora de lo mismo. La flaqueza de que la propia variedad genera los desniveles que puede tener el álbum, ya que no todos los temas están resueltos al mismo nivel. Pero preferimos quedarnos con las virtudes que se resaltan en los puntos altos del disco, con un buen número de excelentes canciones y otro nutrido número de muy buenos temas, sin que haya ninguna de las pistas que no tenga, al menos, algunos elementos de interés.
ABBEY ROAD DICE:
4.5 / 5 YELLOW SUBMARINES
Saludos a los amigos de ABBEY ROAD. Nos reencontramos pronto.
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