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lunes, 30 de marzo de 2015

PAUL IS DEAD [X]: La bolilla que faltaba, WikiLeaks y el Sindrome Mr. Heckles.

El mundo contemporáneo se basa en la diversidad, la variedad, la inceridumbre, la rapidez y la inmediatez. Estamos en los dominios de la globalidad de lo virtual, en los trending topic, en los confines de lo verificable y de lo que se acepta porque la red así lo manifiesta. O sobre todo porque el viejo mecanismo del rumor se ha internado en su era cibernética y se ha viralizado. Hoy, más que nunca, es posible expandir el rumor con visos de veracidad. Y atribuirlo a fuentes seguras aunque nadie las conozca. La veracidad parte de que está allí, en la web y, tautológicamente, si está allí es verdad. 

Así que entonces, nuestros buenos amigos del PID, han recurrido a una nueva generación de elementos probatorios para su sostenida conjura que intenta demostrar que Paul Is Dead.

El hoax más grande de la Historia de la Música salpicó a WikiLeaks


La primera generación se difundió por medio de la radio y los periódicos y los argumentos pasaban por la imagen fotográfica y el diseño de las portadas, el contenido de las letras de las canciones y los famosos backwards que intentaban desentrañar las presuntas pistas que los propios Beatles habrían dejado.

La segunda generación de argumentos pasó por las comparaciones fotográficas con presuntas constataciones antropométricas y comparaciones de sonido con presuntas constataciones espectrográficas.

La tercera y más reciente pasa por el trabajo de archivo, intentanto comprobar contradicciones en la memoria del propio McCartney así como sembrar la duda acerca del papel desempeñado por diversos personajes de su entorno. Así se ha involucrado a los restantes Beatles, a Yoko Ono, a Barry Miles, a Michael Jackson, a David Bowie, por mencionar apenas algunos y se los ha mezclado con diversos tipos de conspiraciones que van mucho más allá de la muerte de una figura de una banda de Rock'n'Roll por más que fuera la más famosa de ese momento.

Ya hemos tratado anteriormente estos tópicos y hemos dado respuesta - creemos que con solidez y contundencia - a muchas de las febriles elucubraciones de los PID. Aquí tenés un resumen. Entonces nos pusimos a pensar qué haríamos si fuéramos un PID, que necesita imperiosamente una prueba concluyente, una certeza más allá de simplemente sembrar dudas. Seguramente buscaríamos dentro de los métodos más modernos para constatar identidades: 1. La biogenética, 2. La cibernética. Claro está que la metodología no debería ser la oficial y legal, sino que, en tren de desentreañar una trama que estimaríamos como de conspiración a gran escala, deberíamos vérnosla con métodos no ortodoxos cuando no clandestinos e ilegales. 

La vía biogenética es más compicada ya que se basaría en poder comparar pruebas de ADN del 'difunto McCartney' con el superviviente Faul. Obtener muestras anteriores a 1966 no sería nada fácil y además no muy certero. Una muestra actual sería mucho más fácil de obtener dados los centenares de lugares por donde McCartney pasa por año [escenarios, hoteles, restaurantes, diversos lugares públicos, etc.] Pero es evidente que no es una vía muy transitable.

La vía cibernética parece mucho más probable. Las poisibilidades de hackeo pueden ser más accesibles. Claro está que también puede tener la ventaja de que una vez que algo entró en la red, alguien va a verlo y a hacerse eco. La red provee la posibilidad de la viralización, lo cual potencia el alcance del mensaje. Entonces habría que acceder a algo semejante a Anonymous que permitiera una difusión paralela a la oficial y luego convertirlo en un trending topic en Twitter y/u otras redes sociales.


No fue a través de Anonymous, pero se buscó una vía parecida

Es así que lo más expeditivo sería poder acceder al repositorio contemporáneo más grande de los secretos ¿bien? guardados de los más poderosos. Participar de la operación de hackeo a mayor escala de los archivos más protegidos, entrar en el reservorio de datos confidenciales obtenidos sin consentimiento de sus dueños y por medio de prácticas 'discretas' sería el argumento decisivo. Ese espacio es WikiLeaks, definida como 'organización mediática internacional sin ánimo de lucro, que publica a través de su sitio web informes anónimos y documentos filtrados con contenido sensible en materia de interés público, preservando el anonimato de sus fuentes'. En consecuencia, el público pensaría que si un documento lo tiene WikiLeaks es porque alguien lo quiso mantener protegido y oculto.

Este es el argumento de recentísima generación empleado por los PID. Según trascendió en las redes, WikiLeaks se dispondría a dar a conocer un documento que dejaría comprobado el episodio de la muerte de McCartney en 1966. Para ser del todo contundente, ese documento es el certificado de defunción de McCartney, con la precisa fecha de 9 de noviembre de 1966, dando lujo de detalles acerca del accidente automovilístico y la esquina en que ocurrió. Asimismo WikiLeaks revelaría la primera e inmediata entrevista que la BBC le hizo a John Lennon sobre la muerte de Paul y que por obra y gracia del complot ideado por el MI5 [y ahora se dice que también George Martin], quedó sepultado y nunca emitido. Es curioso que en esta instancia, el impostor más mencionado [el canadiense William Campbell] cede su lugar a otro viejo conocido, el también canadiense Billy Shears. Quienes se hicieron eco de esta versión, se remiten invariablemente al mockumentary Paul McCartney Is Really Dead: The Last Testament Of George Harrison, de Joel Gilbert, que ya tratáramos en este blog hace tres años. Este falso documental ha sido desacreditado hasta por algunos de los más conspicuos partidarios del PID. Entre otras cosas, propone que la misteriosa chica llamada Rita [que se menciona en la canción Lovely Rita] no sería otra que Heather Mills, la que finalmente se habría casado con McCartney como recompensa por tener la boca cerrada, no sin antes haber sido 'presionada' con el accidente que le costó perder una pierna.

Llamó la atención cómo lo que WikiLeaks revelaría coincidía punto por punto con lo que la teoría conspirativa venía sosteniendo, es decir, no revelaba nada nuevo en absoluto, salvo la existencia de un documento. Es decir que este nuevo rumor está orientado a introducir una base documental con algún grado de respetabilidad, que sin embargo, no existe. Pero a partir de esto la sola mención a su existencia introduce la duda de si no existirá en realidad. ¿Dónde mejor que en WikiLeaks?

Pues bien, acerca de las revelaciones de WikiLeaks, nada por aquí y nada por allá. O más bien sí, algo por acullá, ya que la propia organización se encargó de desmentir esa futura publicación, dando por tierra con la existencia de la tal documentación. Han sido muy precisos al negar que ellos fueran a hacer tal cosa. No es la primera vez que se alude a WikiLeaks apócrifamente para fundamentar algo o desacreditar a alguien. De modo que no es necesario que WikiLeaks lo tenga para que la febril mente conspiranoica deduzca que sí lo tiene o pudiera tenerlo. Como se verá, la nube de humo se disipa sola: no hay tal documentación, no hay tal futura publicación y divulgación por la mayor organización de 'deschave' del mundo, pero sí hay un evidente deseo de que sí lo tuviera y lo descubriera. No es solo el caso de McCartney. Hemos visto adjudicaciones apócrifas a WikiLeaks en temas de política internacional, de asesinatos políticos recientes, de conflictos, de campañas electorales, etc. ¿Por qué no podría también incluirse en la agenda la muerte de Paul McCartney, un tema sin duda más inofensivo que los otros? Un tema que tiene que seguir en el tapete porque da de comer a muchos que se valen de la credulidad de los incautos.






Categórica contestación de WikiLeaks al rumor acerca de su publicación: WE DIDN'T.

En la archifamosa sitcom Friends había un personaje llamado Mr. Heckles, el vecino del piso de abajo que se quejaba constantemente del ruido que hacían los protagonistas. En varias ocasiones, Mr. Heckles hace gala de esa realidad alternativa a la que es. Baste este diálogo a modo de ejemplo de esas escenas hilarantes:

Phoebe: [abre la puerta del apartamento] No! Mr. Heckles, nadie está haciendo ruidos aquí arriba!
Mr. Heckles: Están estorbando mi ensayo de oboe!
Phoebe:
Usted no toca el oboe!
Mr. Heckles: Pero podría hacerlo. 


Aunque ahora esté desmentido que WikiLeaks tenga esa documentación y que vaya a publicarla, la respuesta del PID sería semejante a la de Mr. Heckles: Pero podría tenerla y publicarla ... Y esa será la sensación con que muchos receptores del los twits se quedarán. Por aquello de que no se cree en brujas pero que las hay, las hay o aquello otro de donde hay humo hay fuego o simplemente por el Sindrome Mr. Heckles.

Sabemos bien que los amigos del PID son incansables y que tratarán de sacarle partido a este rumor y su desmentido. No es difícil imaginar las próximas líneas de argumentación:

1. WikiLeaks no publicará los documentos, pero en realidad los tiene.
2. WikiLeaks tiene los documentos pero resultó fuertemente presionada para no publicarlos y desmentir su existencia.
3. Todo esto es una operación de contrainformación: los opositores del PID, es decir quienes sostienen la conjura de ocultar la muerte de McCartney, lanzaron el rumor de que WikiLeaks daría a conocer esos datos para que la organización [quizás también cómplice] saliera a desmentirlo y dejar en ridículo y desacreditados a los defensores del PID.
4. El propio Faul es el orquestador de esta operación para generar confusión y descrédito.
5. ¿Por qué WikiLeaks esconde los documentos que posee sobre la muerte de McCartney?

No sería raro ver aparecer una nueva webpage apócrifa como la 60IF en la que se haga una publicación de los documentos que WikiLeaks tendría en su poder y hacerla desaparecer y reaparecer a  conveniencia como con la mencionada, donde George 'revelaba' la verdad del asunto.

El humo tiende a disiparse siempre, solamente hay que saber cómo soplar, pero también siempre habrá quienes reaviven la humareda, porque en estos asuntos, cuanto más denso es el humo, más confusión de crea y se mantiene el motivo por el cual algunos aprovechan a obtener notoriedad, satisfacción de su ego o ganancias económicas.

Y como decíamos más arriba, la cibernética es la forma más accesible actualmente para ello. Ya hay quienes han manifestado su indignación por este asunto de WikiLeaks y, como era previsible, se inclinan por una operación de contrainformación para desacreditar al PID. Se enojan por lo que consideran una maniobra difamatoria. Por ello están promocionando para el próximo martes una acción de manifestación en la red, de todos aquellos que duden acerca de la identidad de McCartney. Parece ser que la primera acción programada está orientada hacia Ringo, quien concederá una entrevista abierta a sus fans, bajo el lema ¿Qué es lo que siempre le has querido preguntar a Ringo Starr? La idea de esta gente es atiborrar a Ringo de preguntas acerca de la identidad de Paul y otras aledañas, como por ejemplo, ¿Es usted el último Beatle que queda vivo?

Me imagino que los servicios secretos de seguridad ya estarán tomando sus precauciones para evitar que tal manifestación gane las calles de las principales ciudades del mundo pregonando a los cuatro vientos que la verdad al fin ha sido revelada [!!!]

Si ya terminaron de reirse, les digo que nos encontramos pronto.




     

1 comentario:

  1. si lo suplantaron, este Paul que quedó es también bueno eh! jaja.... una chantada para llenar espacio libre... y que gente seria (o no tanto) se ocupe de esto es peor... salu2!

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